Si tienes un sitio web, probablemente sabrás lo importante que es que el sitio esté optimizado para atraer tráfico y generar ventas (o clientes potenciales) gracias a una buena tasa de conversión.
Pero, ¿qué queremos decir realmente cuando hablamos de optimización web?
Si nos ceñimos a la definición, la optimización web abarca todas las mejoras técnicas y acciones de marketing utilizadas para adquirir tráfico, atraer visitantes y luego convertirlos en prospectos o compradores, mediante una metodología claramente definida que cumple una serie de objetivos predefinidos.
Más allá de esta definición, la realidad es que es difícil distinguir entre las distintas partes constitutivas de la optimización de un sitio web porque hay muchas de ellas. El tema es tan amplio que involucra varias profesiones y habilidades necesarias para poder llevar a cabo toda la optimización del sitio web y las acciones correctivas.
A pesar de ello, en este artículo intentaremos explicar los aspectos básicos de toda optimización web en base a los tres grandes grupos de actuaciones: Rendimiento técnico, SEO y Experiencia de usuario (UX).
Optimización técnica de la web
El rendimiento técnico es el motor de toda web. De este depende la facilidad con la que los visitantes puedan visitar el sitio e interactuar con él, lo que lo convierte en un aspecto crucial de la optimización web.
La optimización técnica determina los factores de rendimiento que influyen, al igual que el SEO, en la clasificación de Google del sitio.
Tres son los aspectos a considerar en la optimización técnica de una web.
-
Velocidad del sitio
La velocidad del sitio es uno de los indicadores de rendimiento más críticos de todos: cuando un sitio tarda entre 2,5 y 3 segundos en cargarse se estima que se corre el riesgo de perder tráfico y después de 5 segundos la tasa de abandono se dispara.
Por lo tanto, al aumentar la velocidad reduce los abandonos causados por la carga lenta a la vez que ayuda a mejorar el SEO.
Un sitio puede ralentizarse por varias razones. Afortunadamente, hoy en día existen herramientas como GTMetrix o PageSpeed (de Google) que ayudan diagnosticar qué es lo que está afectando a la velocidad.
Visualización en dispositivos móviles y tabletas
En la actualidad, más de la mitad del tráfico global de Internet lo generan los móviles, en los que la navegación web ha mejorado notablemente en los últimos cinco años. Para algunos sectores (incluido el de compras), la proporción de tráfico móvil puede ser aún mayor, llegando al 70-80% para algunos sitios.
Dada esta alta tasa de navegación web móvil, es imperativo que un sitio web esté optimizado para mostrarse en teléfonos móviles y tabletas.
Por lo tanto, optimizar la visualización de una web para móviles y tabletas significa asegurarse de que es “responsive”, es decir, construir las páginas de modo que el contenido mostrado se adapte al tamaño de la ventana de visualización que utiliza el usuario.
-
Errores de página
Todos los hemos experimentado en algún momento los errores de carga de páginas web. Suelen tener la forma de un protocolo HTTP que comienza con 4XX o 5XX. El problema con los errores de página es que los visitantes que los encuentran, a menudo finalizan su visita a la web.
Con herramientas rastreadoras se pueden identificar los errores de página de un sitio para poder corregirlos o para redirigir a los visitantes las páginas válidas.
Optimización del SEO
El SEO es una disciplina de marketing digital que abarca subactividades vinculadas a la creación de contenido de un sitio web basado en palabras clave dirigidas de antemano en el motor de búsqueda de su elección.
La gran mayoría del SEO se centra en Google, puesto que el resto de motores de búsqueda tienen, al menos en Europa, una escasa penetración en los mercados.
Y "Google" significa que los algoritmos que sustentan las "leyes" que dictan si una empresa puede mejorar su clasificación utilizando esta o aquella palabra clave, varían con frecuencia.
La optimización de motores de búsqueda significa, por lo tanto, la capacidad de la empresa para mejorar su clasificación en Google de una manera específica y precisa, lo que se pretende es, sobre todo, clasificar según las palabras clave que generen visitantes calificados.
El SEO se basa en tres pilares fundamentales.
-
Contenido del sitio web
El contenido de un sitio es lo que impulsa su clasificación: Google "rastrea" cada sitio web y analiza su contenido para, aplicando su algoritmo, mostrar resultados en su motor de búsqueda.
En consecuencia, es la creación de contenidos y recursos de calidad lo que permite atraer a los visitantes y vender productos y soluciones. El contenido es, junto con el diseño, el aspecto más crucial de un sitio web.
El contenido de una web puede adoptar varias formas (escrito, visual y video), pero siempre deberá contener las palabras clave que desean utilizar para impulsar su clasificación.
Además, si el contenido es de calidad se prestará a ser compartido y, precisamente, cuando se comparte un contenido, Google lo interpreta como una señal positiva.
-
Optimización en la página
En SEO, la optimización en la página cubre todos los aspectos técnicos necesarios para posicionarse en Google. Eso significa que:
-
-
Las etiquetas deben ser consistentes y deben contener las palabras clave específicas.
-
El sitio debe cargarse rápidamente.
-
El sitio debe ser responsive.
-
El sitio debe ser HTTP seguro (HTTPS).
-
La arquitectura del sitio debe ser coherente y organizada.
-
-
Enlaces
Los enlaces entrantes impulsan el SEO. De una manera bastante intuitiva, Google lo toma como una señal positiva cuando varios sitios vinculados a un negocio apuntan al nuestro mediante un enlace externo.
Cuando compartimos contenido o nuestros usuarios comparten nuestro sitio, aumenta la probabilidad de que otra web comparta información o hable sobre nosotros, lo que crea enlaces externos de forma orgánica
Optimización de la experiencia de usuario
Mejorar la experiencia del usuario (UX) facilita la comprensión de la oferta de valor del negocio y contribuye generar confianza, lo que de buen seguro mejorará la tasa de conversión del sitio web.
Además de mejorar su tasa de conversión, una buena UX también aumentará la fidelización porque los usuarios tendrán más probabilidades de regresar y realizar otras compras.
Para mejorar la UX, es preciso comenzar identificando los posibles problemas mediante el análisis de los datos de navegación. En esta tarea, herramientas como Google Analytics permiten obtener información crucial como:
- Características de los usuarios (edad, ubicación, sexo, etc.)
- Canales de adquisición
- Porcentaje de rebote
- Duración de la visita
- Tasa de conversión
- Tasa de abandono
Por supuesto, hay otros datos que se pueden usar para comprender todos los mecanismos de UX en juego, pero los anteriores son un buen punto de partida para comenzar a apuntar a los principales obstáculos.
Para ir más allá, se pueden utilizar soluciones de análisis de datos más avanzadas que permiten realizar un seguimiento más detallado y específico del comportamiento de los usuarios y comprender cómo interactúan con el sitio web. Entre estas soluciones cabe destacar:
- Grabación de sesiones de usuario: permiten ver cómo interactúan los usuarios con la web para obtener más información sobre su comportamiento.
- Mapas de calor: permiten ver dónde los usuarios hacen clic y dónde están los atascos.
- Encuestas y comentarios de los usuarios: nada como preguntar directamente a los usuarios cómo creen que se podría mejorar el sitio.
- Pruebas A/B: sirven para poner a prueba hipótesis de trabajo.
Conclusiones
Cuando se busca optimizar una web, existe cierta tendencia a enfocar el reto en un solo tipo de optimización (SEO o UX, por ejemplo), lo que supone un error que no ayudará a aumentar sustancialmente sus ingresos.
En marketing digital, consideramos que los 3 tipos de optimización (SEO, técnica y UX) deben ir de la mano. Porque de nada sirve adquirir tráfico si éste no está calificado y si el sitio web no es capaz de convertirlo. Y tampoco sirve de mucho tener una web técnicamente optimizada si no atrae tráfico calificado.