A pesar de que plataformas como TikTok, Facebook, Instagram o Twitch, entre otras, establecen que la edad mínima para darse de alta es de 13 años, según un estudio de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios, un 68% de los niños de entre 10 y 12 años de España tienen algún perfil en alguna red social.
Estas cifras pueden llevar asociados múltiples riesgos, no solo los clásicos que podemos encontrar en este tipo de medios, como el ciberacoso o el phising, sino también otros asociados a la temprana edad de estos usuarios, quienes están expuestos a determinados contenidos no recomendados para sus años.
De todos modos, la total prohibición del uso de las redes sociales a los más pequeños por parte de sus progenitores o tutores legales no es la salida, puesto que por todos es sabido que cuanto más se impida llevar a cabo una actividad, más atractiva se vuelve. Por eso, es importante educarlos desde bien pequeños sobre el uso correcto de las redes sociales.
A continuación, seis sencillos consejos para una perfecta convivencia entre niños y redes sociales.
Tips para educar a los niños sobre el uso de las redes sociales
-
Consejo 1: Informarse y actualizarse sobre las tendencias en redes sociales.
La tecnología avanza a pasos agigantados, por eso es importante mantenerse al día de las novedades en las redes sociales, con el fin de entender en qué entorno se están moviendo los niños y poder adecuar los consejos aportados al mismo.
También es importante saber cuáles son las redes sociales que estos utilizan, no es lo mismo que usen TikTok y que suban vídeos y consuman vídeos de baile, por ejemplo, a que vean directos en Twitch de usuarios que tratan temas más controvertidos.
-
Consejo 2: No prohibir su uso, tolerancia ante todo.
Tal como se comentaba anteriormente, no es aconsejable prohibir la utilización de las redes sociales a los niños, puesto que seguramente encontrarán la manera de seguir usándolas.
Lo que sí se puede hacer y se recomienda es establecer el control parental en los dispositivos que utilicen, para limitar determinados contenidos no adecuados para su edad.
-
Consejo 3: Hablar abiertamente de los riesgos que pueden aparecer.
Es importante que los más pequeños entiendan por qué tienen que tener cuidado a la hora de utilizar redes sociales y que sepan cuáles son estos riesgos para que puedan identificarlos.
A su vez, es imprescindible ofrecerles total confianza para que, en caso de verse involucrados en cualquier problema, sean capaces de comunicárselo a un adulto para así poder solventarlo.
-
Consejo 4: Establecer unas normas de uso de las redes sociales.
Deben fijarse unos horarios para el uso de estas plataformas. Los niños deben entender que se trata de ocio y es necesario educarlos en un uso limitado de las mismas. Fijar cuándo, cuánto tiempo y en qué momentos es posible utilizarlas es importante, para evitar que se convierta en una prioridad frente a otras actividades.
-
Consejo 5: Interesarse y navegar juntos.
La mejor forma de enseñar a los más pequeños es con el ejemplo, por eso es recomendable utilizar las redes sociales juntos, mostrarles las opciones disponibles en cada una de ellas y las posibilidades y beneficios que estas ofrecen.
También es imprescindible advertirles acerca de la importancia de la privacidad, informándoles sobre los datos personales que no deben compartir y enseñándoles a establecer la privacidad en sus perfiles de redes sociales.
-
Consejo 6: Respetar su privacidad.
Por último, es importante respetar su privacidad a pesar de su corta edad, puesto que de este modo les ofrecemos confianza y se sentirán cómodos a la hora de hablar con los mayores de determinados temas.
Sí que es cierto que ante cualquier sospecha de que estén sufriendo un delito cibernético, si tras hablar con ellos no cuentan nada, es totalmente lícito investigar, puesto que se trata de menores de edad y precisan del consentimiento parental para el uso de las redes.
Cabe destacar que estos son solo algunos consejos que nos resultan importantes. Hay muchas otras formas de gestionar el uso de las redes sociales por parte de los niños, dependiendo, por supuesto, del modelo de educación elegido por cada progenitor.