Como ya hemos comentado en anteriores posts, definir y seguir de manera correcta una estrategia empresarial es algo imprescindible para alcanzar los objetivos definidos por una compañía. Esto es debido a que se trata de un conjunto de iniciativas y una serie de acciones concretas que establecen lo que hay que hacer en una empresa para alcanzar los objetivos previamente mencionados, ya sea a corto, medio o largo plazo.

Existen distintos tipos de estrategias empresariales en función de la finalidad perseguida por la compañía en cuestión. Las tres tipologías principales son: 

  • Estrategias corporativas: aquellas que se definen en un primer momento, determinando las bases sobre las que se establece la compañía.
  • Estrategias competitivas o de negocio: son las que definen las acciones a llevar a cabo por una empresa con el fin de diferenciarse de sus competidores.
  • Estrategias funcionales u operativas: son el tipo de estrategias que determinan todos aquellos aspectos internos de la compañía.

 

Estas estrategias empresariales ofrecen múltiples beneficios, algunos de los cuales se definen a continuación.

 

¿Qué beneficios tiene la estrategia empresarial?

  • Permite conocer a la organización: y es que una estrategia funcional, por ejemplo, ayuda a definir todo tipo de aspectos internos de la propia compañía, como el organigrama, los horarios, los salarios, las funciones de cada empleado, la ubicación de la sede y un largo etcétera. Esto hace posible que todo tipo de stakeholders, desde los empleados, hasta los accionistas y clientes, sean capaces de conocer la propia empresa, lo que aporta una mayor confianza a la hora de entablar cualquier tipo de relación comercial con la misma.
  • Minimiza los riesgos: para diseñar y seguir una estrategia empresarial es necesario, previamente, llevar a cabo un análisis DAFO, que ayude a identificar las debilidades y amenazas del negocio para así buscar las fortalezas y oportunidades y establecer las acciones concretas para alcanzarlas. También es necesario analizar la situación de la competencia, por lo que la estrategia fijada es la más adecuada para cada compañía en cada momento concreto.
  • Buena gestión de la empresa: otro de los grandes beneficios de una correcta estrategia empresarial es que permite plantear y gestionar el futuro de una compañía, haciendo posible que sea más fácil la medición de resultados y su evaluación, pudiendo así conseguir llevar a cabo los cambios pertinentes en todo momento, adaptándose así a las necesidades que puedan ir surgiendo.
  • Mejora el manejo de recursos: y es que conocer en todo momento cuáles son los recursos que necesita una compañía para alcanzar los objetivos planteados, permite controlarlos mejor. Además, esto a su vez hace posible prevenir cuáles serán los impactos positivos y negativos del uso de los mismos, adecuándose a las necesidades del mercado en todo momento.
  • Genera compromiso y motivación: establecer una correcta estrategia empresarial deriva en una unificación de los objetivos corporativos, es decir, todos los departamentos de la compañía tienen unos objetivos comunes, lo que deriva en un sentimiento de pertenencia que hace que los trabajadores estén más comprometidos con la empresa y se encuentren más motivados para llevar a cabo sus funciones.

 

Pero estos no son los únicos beneficios que aporta la definición de una buena estrategia empresarial, algunos otros que se pueden destacar son:

  • Hace posible incrementar la productividad de la empresa.
  • Permite que las actividades de cada departamento estén coordinadas en busca de un fin común.
  • Disminuye la incertidumbre, ya que todo se lleva a cabo en base a un plan establecido.
  • Se trata de una estrategia flexible, ya que se puede modificar y adaptar a los cambios que pueda vivir la compañía en cualquier momento del proceso.
  • También se trata de una estrategia permanente, ya que como se comentaba anteriormente, se puede permutar, convirtiéndola en un proceso continuo que se alarga durante toda la actuación de la empresa.

 

Estos son solo algunos de los beneficios clave de contar con una buena estrategia empresarial, ¿conoces otros?

Esto nos lleva a entender la importancia de saber definir de manera correcta los objetivos a conseguir y las acciones concretas a llevar a cabo para alcanzarlos.

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